La
figura del tutor es aún débil, un apoyo de vital importancia que podría marcar
la diferencia entre el abandono y la realización de muchas personas.
En
esta sesión hemos debatido sobre nuestro tutor ideal, un modelo lleno de
características positivas necesarias para un impacto beneficioso para todos:
- Responsabilidad
afectiva
-
Liderazgo responsable
- Motivación
(propia y a los demás)
-
Positividad
-
Madurez emocional
-
Inclusivo
-
Dinamizador
-
Innovador
-
Empático
- Comprensivo
-
Confiable
-
Cercano
Podríamos
seguir y nunca terminaríamos. Para mí, la empatía y la implicación deben
convertirse en la base de la tutorización. Con poco esfuerzo, se puede llegar
muy lejos.
¡Ánimo,
tutores!
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