Si
nadie cuida la filosofía, la literatura, la historia o el arte el mundo sería
el sitio más inhóspito imaginable. No exagero. Por eso, dejad de difundir la ‘tontería’
de que ser de letras es tener poca capacidad.
Las
artes y las humanidades cambian el mundo. Da la sensación de que solo los
avances científicos provocan cambios sustanciales en el transcurso de la
historia, pero la historia del pensamiento ha dejado una impronta innegable,
pero intangible muchas veces.
Las
humanidades son el medio que tenemos para crear sociedades más justas, más
críticas y más democráticas; pero también son un medio para difundir la
injusticia y el autoritarismo. No idealicemos, seamos responsables y demos al
pensamiento artístico – humanístico el lugar central que debe ocupar junto al
científico.
Nuestro futuro depende de cómo se estudien esas asignaturas porque son fuertes creadoras de opinión y creatividad. Enfoquémoslas hacia los individuos y su capacidad crítica. Demos herramientas y no enseñemos a asimilar de forma acrítica. Las creencias y los dogmas son el sueño de la razón y alimentan monstruos. ¿Por qué se quemarían libros si no produjeran ningún impacto?
El
futuro será menos oscuro con una conciencia humanística. No las infravaloremos
más.
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