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Hoy
traigo un tema que surgió en la práctica de clase sobre el consejo escolar: el
consenso escolar. Durante la práctica recordaréis cómo cada uno teníamos un
papel: Desde alumnos/as y profesores/as, pasando por padres, secretarios/as,
representantes P.A.S., representantes del ayuntamiento a directores/as y
jefes/as de estudios.
El
tiempo fue conciso, pero pudimos entender el funcionamiento de un consejo
escolar con todos sus componentes. El consenso fue la clave de esta reunión en
la que debíamos crear un centro ficticio y ver qué enfoque en cuanto a educación
y valores le daríamos.
Sentar
las bases no es fácil por la disparidad de opiniones y prioridades, pero el
debate y el voto nos llevaron a un resultado intermedio.
Lo
primero fue el concepto de educación. Hubo muchas propuestas, aunque la que más
me convenció fue la del grupo del I.E.S. Beatriz Bernald: “Un proceso vital que
se encarga de formar individuos intelectual y moralmente para que se integren
en la sociedad de una manera consciente y crítica.”
A
continuación, fuimos concretando ordenando por importancia conceptos más
específicos como los estudios, la política, la salud, el trabajo, el tiempo
libre, la violencia, etc. Yo diré lo que para mí es importante en un centro:
Al
margen de las creencias de cada estudiante o miembro del centro, tiene que
haber un clima de respeto, solidaridad, empatía y comunidad. Todo lo demás es
personal, pero esas premisas ayudan a un crecimiento conjunto y a un desarrollo
individual mucho más enriquecedor.
Como
cierre, me gustaría destacar que de esta actividad he aprendido la importancia
de todos los miembros en una comunidad educativa. El futuro de muchas personas
empieza en los centros de educación primaria y secundaria y nuestra obligación
es generar las mejores oportunidades para todo aquel que pase por nuestras
aulas.
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