Llegar
a un acuerdo es difícil para quedar a hacer un trabajo grupal, pero lo es aún
más para sacar una ley de educación duradera. En esta ocasión, el trabajo con
mis compañeras ha comenzado viendo las diferencias entre la Ley Orgánica de
Educación (LOE) y su hermana la Ley de Modificación de la Ley Orgánica de
Educación (LOMLOE).
Catorce
años y otra ley, la LOMCE, separan a ambas leyes, no obstante, la base es
similar. La LOMLOE refuerza el enfoque en cuanto a:
·
Derechos de la infancia, centrándose en
una educación inclusiva, un diseño universal de aprendizaje y la obligación del
Estado de garantizar la educación, como derecho, de los niños y las niñas.
- Con respecto a la inclusión y la
diversidad, también se recalca la igualdad de género, para evitar la violencia
de género y conseguir igualdad de oportunidades.
- Conseguir una mejora de los centros
educativos que vaya acompañada de una mayor personalización del aprendizaje.
- Desarrollo sostenible, donde se engloba la
paz; la interculturalidad; los derechos humanos; y la transición ecológica.
Todas ellas como características entrelazadas.
- Cambio digital. Si ha habido un cambio
notable en los últimos cinco lustros es en el aspecto tecnológico, por eso las
competencias digitales son primordiales de cara al futuro de alumnado.
Hasta
aquí, la ley y sus modificaciones reposan en el papel. El siguiente paso, en el
que hemos ahondado es la cooperación entre administraciones, que es el proceso
intermedio en la puesta en marcha de la ley.
El
Ministerio de Educación y Formación Profesional es la administración más importante
y está a cargo de la ordenación general del sistema educativo, de su
programación, evaluación e inspección. Así como de las becas y ayudas y de la
expedición de títulos.
A
continuación, están las comunidades autónomas, que regulan el desarrollo de la
ley y los aspectos no básicos de la educación. También asume las competencias
ejecutivo-administrativas de gestión del sistema educativo en su territorio y
fomenta la autonomía de los centros.
Tras
las comunidades, estarían las consejerías o departamentos de educación; las administraciones
locales; y los centros educativos.
En
este entramado, la aplicación de la ley puede verse beneficiada o ralentizada,
pues la negociación entre los escalones administrativos no siempre es fácil ni
está libre de desacuerdos.
Esta cooperación (o no) no es inmediata y ese tiempo transcurrido hace que cuando una ley consiga implantarse ya se esté pensando en su modificación desde un nuevo gobierno. Es decir, se plantan semillas que no consiguen brotar y la cultura es eso, cultivo. ¿Qué frutos podremos recoger si no se deja crecer al árbol?
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